Video Fiesta Bienvenida

Señor de los Afligidos

tras su Restauracción

Carteles Semana Santa

La Semana Santa en nuestra Hermandad:

La Semana Santa en Higuera de Vargas mantiene sus tradiciones y el sabor de antaño, muy poco se ha innovado en estas fiestas que llevamos celebrando siglos. Las procesiones están íntimamente ligadas a las celebraciones litúrgicas u oficios. Lo que si es cierto es que en la Semana Santa de Higuera de Vargas nuestra hermandad tiene un papel fundamental y protagonista ya que sale en tres ocasiones durante la misma.

El Domingo de Ramos se celebra como siempre, con la misa y procesión de las palmas por el entorno del templo parroquial de la Purísima Concepción donde tenemos nuestra sede y la capilla de Nuestro Señor de los Afligidos.

Lunes, Martes y Miercoles Santo: Durante estos tres días celebramos un triduo en Honor del Señor de los Afligidos que culmina el Miércoles con la procesión de la Venerada Imagen por el recorrido tradicional conocido como la estación, dato curioso es que en la procesión se produce "El Santo Encuentro" de Nuestro Señor con Su Madre cuya advocación es de la Soledad ( perteneciente esta Imagen a la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad). En tres puntos establecidos desde hace muchos años se produce este encuentro, en el momento del mismo cuando la Madre dolorosa se acerca a su Hijo para aliviar su Dolor, los pendones de ambas hermandades se cruzan para evitarlo, imitando a los soldados romanos que impedían acercarse al que iban a crucificar. Gran afluencia de hermanos y de público nos acompañan haciendo la estación de penitencia.

Jueves Santo: Después de la Misa vespertina de la Cena del Señor cedemos el testigo a la Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia quien procesiona con la Imagen de este Cristo por un recorrido más amplio que el nuestro y es la que denominamos Procesión del Silencio.

Viernes Santo: De nuevo Nuestra Hermandad toma especial relevancia y durante el desarrollo de los oficios y tras la adoración a la Cruz los Hermanos Mayores proceden a realizar un antiguo ritual ya extinto en muchos lugares. A la derecha del altar se coloca la imagen articulada del Santísimo Cristo de la Sangre (perteneciente también a nuestra hermandad) y como hace dos mil años hiciesen José de Arimatea y Nicodemo bajamos al Señor muerto de la Cruz, con una solemnidad especial, le quitamos los clavos y la corona de espinas. Una vez bajado, dos hermanos se lo presentan a su Santísima Madre para finalmente ser introducido en la urna para su entierro. Finalizados los oficios tiene lugar la procesión del Santo Entierro, en ella participan todas las hermandades y nazarenos de las mismas. El desfile procesional va precedido por la Imagen del Cristo de la Misericordia y su hermandad que lo llevan sin trono entre tres hermanos. Después va nuestra hermandad con sus nazarenos y con El Cristo de la Sangre en la Urna bajo palio y llevado por cuatro portadores o miembros de la misma junta directiva. Finalmente cerrando la procesión va La Virgen de la Soledad llorando la muerte de su Santísimo Hijo.

A las doce de la noche la Virgen de la Soledad volverá a procesionar como dicen popularmente en nuestro pueblo "buscando a su Hijo" acompañada por el pueblo con velas para aliviar su dolor.

El Sábado Santo celebramos La gran Vigilia Pascual.

Domingo de Resurrección: Finalizamos la Semana Santa como no podía ser de otra forma celebrando y gozando de la alegría de Nuestro Señor Resucitado. A media mañana y después de la Santa Misa es la procesión del Resucitado, perteneciente también a nuestra hermandad, que va acompañado de la Virgen del Rosario. Durante todo el recorrido la alegría se respira por todos los rincones, desde los hermanos que nos deshacemos de los morados hábitos y capirotes de penitente, portando ahora solo nuestro escapulario y farol. De la música de las serias marchas procesionales de los días anteriores pasamos a la alegría de los pasodobles y canciones típicas. Para terminar, en la plaza del pueblo nada mejor que celebrarlo con bailes y roscos con chocolate para todos.

Semana Santa 2006   Semana Santa 2007   Semana Santa 2008   Semana Santa 2010

Feria 2006   Feria 2007  Feria 2008   Feria 2009 Feria 2010

Carteles Feria

Ferias y Fiestas.

Las celebramos en honor a nuestro Excelso Patrón El Señor de los Afligidos durante la primera semana de Septiembre, como apuntamos en otro rincón de esta página antaño eran organizadas por la hermandad pero actualmente la hermandad se limita a la organización de los actos religiosos, quedando lo demás actos festivos en manos del ayuntamiento.

El día grande de nuestro pueblo o Función Del Señor es el día 3 de Septiembre, pero antes desde el día 23 al 31 de Agosto celebramos solemne novenario para prepararnos para las fiestas que comenzarán el mismo 31 de Agosto. Participan en la novena predicadores venidos de diversas partes de la Archidiócesis junto con el párroco. La afluencia de fieles es grandísima durante los nueve días. Para la Novena el Señor de los Afligidos está colocado en el presbiterio a la derecha del altar en su trono que para la ocasión luce ricamente adornado, se realizará durante estos días la presentación de los niños nacidos y bautizados durante el año a Nuestro Señor en una sencilla ceremonia.

El día 3 de Septiembre conocido popularmente en el pueblo como "el día gordo" al caer la tarde y después de celebrar Misa Mayor tiene lugar la procesión del Señor por las calles de nuestro pueblo que se presentan abarrotadas de fieles y devotos de nuestro Señor para acompañarlo en su recorrido entre vivas y aplausos, muchos de ellos descalzos cumpliendo penitencia o en acción de gracias por un favor concedido por el Señor. Todos los hermanos acuden en esta ocasión ataviados con su escapulario y farol escoltando y acompañando el paso. Finalizada la procesión y colocado el Señor ya en su capilla el pueblo se despide de Él entonando el conocido canto "Perdona a tu pueblo Señor" que durante todo el novenario y desde la antigüedad en días como este utilizamos como himno.

PERDONA A TU PUEBLO
PERDONA A TU PUEBLO, SEÑOR,
PERDONA A TU PUEBLO, PERDÓNALE, SEÑOR.
1. No estés eternamente enojado. No estés eternamente enojado, perdónale, Señor.
2. Por tus profundas llagas crueles, por tus salivas y por tus hieles, perdónale, Señor.
3. Por las heridas de pies y manos, por los azotes tan inhumanos, perdónale, Señor.
4. Por los tres clavos que te clavaron y las espinas que te punzaron, perdónale, Señor.
5. Somos el pueblo que has elegido y con tu sangre lo has redimido, perdónanos, Señor.

 

 

 

 

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